viernes, 22 de junio de 2012

¿HACIA DONDE SE ENCAMINA LA JUSTICIA?

LOS MILAGROS DEL SOFTWARE INFORMÁTICO

"Están sustituyendo abogados por ordenadores (y funciona)"

Están sustituyendo abogados por ordenadores (y funciona)
Los abogados, en tela de juicio. (Corbis)

Héctor G. Barnés.- EL CONFIDENCIAL .-  22/06/2012

"La codificación prescriptiva supera, con mucho, la capacidad humana de buscar información”. Es la conclusión a la que llegó una célebre investigación realizada en la Universidad de Richmond después de analizar la manera en que los abogados humanos y un programa informático eran capaces de gestionar los datos que disponían. Según el estudio publicado en el Richmond Journal of Law and Technology, los humanos acertaban en un 60%, mientras que el software informático era capaz de encontrar hasta un 77% de documentos útiles. Además, señalaba el texto, los ordenadores seleccionaban mucho menos textos irrelevantes que los humanos. Al fin y al cabo, los abogados son en la mayor parte de casos trabajadores del conocimiento, cuya meta es administrar toda la información de que disponen para tomar la mejor decisión a partir de ella.

Este 'software' se ha visto como una manera de reducir costes sin mermar la calidad del servicio. Este proceso afecta sobre todo al proceso de preparación de un caso, y uno de los campos que se encuentran en tela de juicio en un momento en que se está produciendo un recorte en muchas áreas de los bufetes. La codificación prescriptiva, o predictive coding en inglés, puede llegar a abaratar el proceso hasta su décima parte. Como afirma Marisa Méndez, asesora de firmas de servicios profesionales y profesora de IE Law School, este softwareno puede sustituir por completo lo humano, pero puede llegar a facilitar mucho el trabajo”.

Uno de los argumentos esgrimidos por los bufetes para la utilización de tal herramienta es que se trata tanto de una forma de mejorar el rendimiento como de abaratar costes prescindiendo de un gran número de profesionales. ¿Aún a costa de eliminar lo específico de cada proceso que puede escapar al procesamiento informático? Para Méndez, “cada caso tiene matices distintos, no todos son iguales. Sí es verdad que pueden ahorrar tiempo y dinero”, y recuerda que sólo funciona en aquellos casos en los que el volumen de trabajo sea importante. El profesor de sociología José Alfonso Valero de la Universidad Alfonso X El Sabio coincide en que “más bien se produce lo contrario, la necesidad de gozar de un mejor capital humano, en la medida en que los ordenadores están programados y reprogramados por seres humanos. En realidad, se exige una mayor cualificación para ser capaz de filtrar toda esa información que la máquina nos proporciona”.

Otros críticos con este sistema han sugerido que puede abrir las puertas a que no sean necesariamente abogados los que manejen todos esos datos, o provocará la devaluación de los servicios ofrecidos. “En el día a día este software puede ser muy útil. Lo que ocurre, en definitiva, es que el servicio se transforma en un producto. Al final, lo que ofrece un despacho es tiempo y conocimiento, y esto ayuda a aliviar esa carga”. Por su parte, José Alfonso Valero recuerda en términos más generales que “en algunos aspectos se ha producido una descualificación de ciertos empleos que requerían un conocimiento diferente al mismo tiempo que se ha aumentado la búsqueda de mayor cualificación en otros. Tiene que haber un capital humano cualificado para aprovechar estos cambios”.

El sector medio-bajo es el que se encuentra más amenazado por estas innovaciones. Méndez también recuerda el programa llamado Reaching Solutions que hace ya siete años tenía como objetivo aconsejar a los clientes qué les resultaría más sustancioso, si ir a los tribunales o llegar a un acuerdo extrajudicial. El software, desarrollado por la compañía Pinsent Masons, obtuvo en 2004 el Premio a la Mejor Campaña de Marketing en los EPPA. Su principal virtud, señalaban sus creadores, era la capacidad de poner al servicio de cliente el manejo de un gran número de variables.

El fin de un sistema.

El debate se ha trasladado a los grandes bufetes americanos, que se han enfrentado durante los últimos tiempos a grandes dificultades, como ocurrió recientemente con Dewey & LeBoeuf, donde las exigencias económicas de muchos socios y trabajadores eran exageradas, de manera que la informatización se ha visto como una manera de reducir costes sin mermar la calidad del servicio. Marisa Méndez señala que “lo que ocurre es que esa pirámide que existía relacionada con la jerarquía se acaba. También en cuanto al valor del cliente: cuanto más abajo, menos valor y mayor flexibilidad de la demanda, y cuanto más arriba, más valor, que suele corresponderse con los casos más especializados o que suponen un riesgo estratégico mayor para la firma, y que requieren un trabajo más artesanal. Este tipo de sistemas informáticos generalmente se utilizan en el trabajo medio o bajo", es decir, el que más amenazado se encuentra por la implantación de estas innovaciones técnicas.

La antigua pirámide va a ser sustituida por un diamante.Valera considera que por el contrario, los avances tecnológicos provocan una necesidad de mayor individualización de cada proyecto: “Cada persona y cada problema requiere una respuesta distinta. Disponemos de la información y debemos saber gestionarla y encontrar la solución a cada problema concreto, que es una característica insustituible de cada ser humano”.

El futuro del negocio
Méndez recuerda que “esa antigua pirámide va a convertirse en un diamante, con dos bases fundamentales. Aquellos despachos que inviertan fuertemente en los sistemas de información y la gestión del conocimiento, relacionados con la informática, son los que van a tener el mercado del futuro, por mucho que en un primer momento pueda salir caro”. La informatización es un proceso al que no podemos permanecer ajenos.

A un nivel más general, Valero añade que “se ponen en cuestión los trabajos manuales, con poco valor añadido, que son los más fácilmente sustituibles por las máquinas. Sin embargo, hoy se requiere una mayor cualificación y conocimiento en la innovación. En la misma medida en que algunos trabajos se acaban, se abren otras posibilidades. Por ejemplo, la de regular legalmente campos como Internet que por su complejidad se han de abordar poco a poco”.

jueves, 14 de junio de 2012

" YA SÓLO QUEDA CUMPLIR LA SENTENCIA"

El TSJA resuelve que el suelo de El Algarrobico no es urbanizable

El tribunal andaluz anula la "triquiñuela" que permitió a la Junta cambiar la protección de la zona

Vista aérea del hotel Algarrobico con las pintadas ecologistas contra la construcción modificadas posteriormente. / JULIÁN ROJAS
 
"El paraje del parque natural de Cabo de Gata-Níjar (Almería) sobre el que se levantó en 2003 el hotel de 20 plantas y 411 habitaciones situado en la playa del Algarrobico, en Carboneras, tiene especial protección en el que no cabe construcción alguna.
Así lo ha ratificado el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), que ha anulado el Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN) de 2008 y que rectificaba el de 1994, en el que sí estaba protegida la zona.
El TSJA devuelve así a este paraje natural el grado de protección que revocó la Junta hace cuatro años al calificar la zona como “núcleos urbanos preexistentes y otras zonas transformadas”. Sobre estos espacios, el artículo 5 de este PORN establece que “tal zonificación es compatible con las nuevas edificaciones y la rehabilitación de las existentes para el desarrollo de actividades relacionadas con el turismo en el medio rural”.
La primera modificación en la calificación del suelo, y que dio luz verde a la licencia municipal y posterior construcción del hotel, se produjo en 1997. Ese año, la Junta modificó varios mapas del parque natural para dejar el paraje donde se ha construido el hotal fuera de la zona de especial protección. La Administración andaluza alegó entonces errores en la publicación en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) del anterior plan de 1994. Justificó que, debido a “las reducidas dimensiones del BOJA, hacía de difícil legibilidad” conocer con exactitud la zona en la que se encontraba.
Ese cambió sirvió para que el Ayuntamiento de Carboneras (entonces socialista) concediera licencia de obras a la promotora Azata del Sol para levantar el hotel. “No puede aceptarse que por un mecanismo tan burdo como una mera corrección de errores se cambie la protección de un sector pasando de especial protección a urbanizable lo que más bien parece haber sido una triquiñuela para hacer jugar a la inversa la jerarquización de los planeamientos urbanísticos y medioambientales adaptando el PORN a las Normas Susidiarias locales lo que está vedado según la normativa principal”, sentencia el TSJA en un claro varapalo a la actuación llevada a cabo desde la Consejería de Medio Ambiente.
La organización ecologista Greenpeace ha asegurado este miércoles que tanto la Junta de Andalucía como el Gobierno central se han quedado "sin argumentos" y ha instado a ambos Ejecutivos a “tirar el hotel”. La responsable de la campaña de Costas de esta asociación, Pilar Marcos, afirmó que esta resolución, sobre la que no cabe recurso, supone una “nueva victoria” que, unida a la sentencia del Tribunal Supremo que señala que el inmueble viola la Ley de Costas e invade de manera parcial la zona de servidumbre del dominio marítimo-terrestre, conlleva la declaración "ilegal" del hotel.
El Ayuntamiento de Carboneras, ahora gobernado por los independientes de Gicar, aseguran que “seguirán trabajando” por la apertura del hotel, cuestión que apoya el PP de Almería y la Mancomunidad de Municipios del Levante.
Sobre la demolición, el TSJA indica también que para corregir los perjuicios por la construcción del hotel, "no es necesario más que aplicar las medidas de disciplina urbanística establecidas en el artículo 38.1 del Real Decreto Legislativo 1/92 de 26 de junio a las que remitía el PORN del 1994 y todo ello sin perjuicio del ejercicio de la competencia sancionadora de la administración. Este artículo estipula que las edificaciones contrarias al planeamiento deben ser demolidas sin indemnización.